Este territorio estadounidense enclavado en pleno mar Caribe aúna lo mejor de ambos mundos. Los lazos con Estados Unidos son innegables, pero la atmósfera tropical está en cada esquina de Puerto Rico. Arranca tu viaje visitando el Viejo San Juan y continúa explorando la exuberante costa puertorriqueña, desde Rincón, en el oeste, hasta Ponce, en el sur. Durante tu recorrido, no te olvides de probar su magnífica gastronomía y disfrutar sus ritmos caribeños. ¡Todo esto y más es Puerto Rico!

Puerto Rico es arquitectura colonial

La faceta más urbana de Puerto Rico alcanza su máxima expresión en la capital, San Juan. Empieza por la ciudad amurallada, donde te esperan atractivos como el Castillo San Felipe del Morro mientras recorres sus calles de fachadas coloridas. La Plaza de Armas es otro de los rincones que no pueden faltar en tu visita, pero tampoco el Castillo de San Cristóbal. En cuanto a museos, te recomendamos el Museo de las Américas, donde indagar más acerca de los orígenes de Puerto Rico.

Al otro lado de la isla, se localiza Ponce, uno de los tesoros mejor guardados. La coqueta arquitectura colonial vuelve a hacer acto de presencia en esta población costera, que también propone visitas a antiguas fincas cafeteras que aún conservan ese viejo esplendor.

Puerto Rico es naturaleza frondosa

Para empaparte del verde puertorriqueño, nada mejor que dirigirte hacia el Bosque Nacional El Yunque, único bosque tropical lluvioso en el territorio de Estados Unidos. Ubicado en el noreste de la isla, este entorno puede explorarse a través de sus decenas de rutas de senderismo. Además de hacer trekking, otras actividades que puedes hacer aquí son subir a la Torre de Observación Yokahú para admirar las vistas o navegar en ferry por el río Espíritu Santo.

En la localidad de Arecibo, también tendrás la posibilidad de observar la inmensidad de la naturaleza a través de Cueva Ventana. Como su nombre indica, se trata de una ventana abierta en una cueva que ofrece una panorámica inmejorable del valle del Río Grande.

Puerto Rico es costa de aguas cristalinas

¿En busca de las mejores playas de Puerto Rico? Desde aquí te proponemos varias para que selecciones tus favoritas. En primer lugar, la Isla de Vieques, frente a la costa este, es un imprescindible. Para llegar a este paraíso terrenal, puedes tomar un ferry en el puerto de Fajardo. Entonces, tendrás la oportunidad de descubrir su costa bioluminiscente, que se “ilumina” una vez entrada la noche, pero también compartir sus extensas playas con manadas de caballos en libertad.

Pero no hace falta irse muy lejos de San Juan para relajarse en una playa de ensueño. Es más, la localidad de Dorado está repleta de rincones estupendos para disfrutar del sol siempre resplandeciente y de las aguas turquesas. Una buena idea es la playa Ojo del Buey. Para hacer surf, prueba las playas ventosas de Rincón.

Son muchos los que coinciden en que Playa Flamenco, situada en el islote de Culebra, al norte de Vieques, es la mejor de Puerto Rico. Y puede que tengan razón, a juzgar por su arena blanca y fina, agua cristalina y palmeras.

Puerto Rico es gastronomía y mucho sabor

¿Sabías que en Puerto Rico también te espera una gastronomía de primer orden? La esencia tropical se traslada también a la mesa. En tu viaje a Puerto Rico, podrás degustar platos tan variopintos como el mofongo (una combinación de plátano verde y cerdo), lechón asado, tostones (rodajas fritas de plátanos maduros) y arroz con habichuelas.

Para una experiencia gastronómica de lo más completa, no te pierdas la calle Loíza, que concentra un sinfín de restaurantes en San Juan para que pruebes las delicias de esta tierra. ¡Acompaña cualquiera de los platos mencionados con una piña colada, la bebida nacional de Puerto Rico!

Otra de las bebidas nacionales por excelencia es el ron, así que no olvides incluir la visita a una destilería en tu recorrido por la isla. Hacienda Santa Ana, a solo 15 minutos de San Juan, es la destilería más antigua de Puerto Rico.

Con el estómago lleno y el corazón contento, ahora sí, atrévete con uno de los ritmos de Puerto Rico: desde la salsa hasta la décima, la bomba o, incluso, el jazz. ¡No cabe duda de que Puerto Rico es un destino para disfrutar con todos los sentidos!