Viviana Ferris, del área de soporte a las agencias de AVASA Travel Group, nos comparte su experiencia en un inolvidable viaje a Filipinas, organizado junto a Travelite y Turkish Airlines. Este fam trip reunió a un grupo selecto de agentes de viajes de AVASA, brindándoles la oportunidad de explorar la diversidad natural y cultural de este hermoso país asiático. Desde las vibrantes calles de Manila hasta las paradisíacas islas de El Nido, Viviana nos ofrece un recorrido fascinante por los rincones más impactantes de Filipinas.
Empezamos nuestro viaje de la mano de Turkish Airlines en el primer vuelo de la mañana de Barcelona a Estambul, como siempre la calidad de la comida y el servicio de Turkish fueron impecables. Nuestro siguiente vuelo, de Estambul a Manila, tuvo una duración de 11:40 minutos, que hicimos a bordo de uno de los últimos modelos de la aerolínea, un Airbus 350-900 en el que, por estar registrados en el programa de millas de Turkish, tuvimos wifi a bordo.
Nada más subir al avión, nos obsequiaron con un kit de viaje compuesto de un neceser de la marca Mandarina Duck, uno de esos detalles de Turkish Airlines que marcan la diferencia.
Una vez llegamos a Manila, tuvimos un cálido recibimiento por parte de la oficina de Turismo de Filipinas y del director de nuestro receptivo, Travelite. A nuestra llegada al hotel, el Seda BGC, nos ofrecieron una cena y realizamos nuestro check-in.
Al día siguiente nos dirigimos hasta Pagsanjan, donde recorrimos los rápidos en piraguas a bordo de una barca nativa y pudimos disfrutar de la maravillosa naturaleza de la zona. En caso de visitarlo, es importante ese día ir preparado para mojarse ya que se atraviesa una cascada a bordo de una embarcación de madera, por lo que es recomendable llevar funda acuática para el móvil y bolsa impermeable para guardar tus pertenencias y que no se mojen.
Al finalizar, regresamos a Manila para visitar el centro cultural de Filipinas y caminar por el corazón del pasado colonial de Manila en Intramuros, por sus calles adoquinadas. Posteriormente, pudimos disfrutar de una cena en un restaurante histórico de Manila, el Barbara’s, donde estuvimos acompañados de danzas folclóricas.
El tercer día de nuestro viaje, nos preparamos para ir al aeropuerto para volar con la compañía AIR SWIFT en dirección al Nido. Esta aerolínea boutique es la que hace los vuelos internos entres islas y especialmente al Nido, con un servicio impecable en el que te ofrecen agua y un tentempié durante el trayecto.
A nuestra llegada al Nido, nos trasladamos en ferry hasta nuestro al hotel, El nido Resorts, un complejo ubicado en un auténtico paraíso. Tras el check-in, visitamos lugares como la hermosa Big Lagoon, donde nos subimos a un kayak, además de nadar y bucear, y la isla de Shimizu, donde practicamos snorkel para admirar los corales de la zona. Por la noche, disfrutamos de una maravillosa cena delante de la piscina del hotel.
El cuarto día en el Nido pudimos visitar las hermosas lagunas y cuevas de la región, en concreto la pequeña Laguna y la Cueva de Cudognon. De nuevo, disfrutamos de los cientos de peces de distintas especies y sus corales, algo para lo que es recomendable llevar una cámara acuática y así poder inmortalizar esos momentos, en los que incluso, en nuestro caso, tuvimos la suerte de ver una tortuga
El quinto día nos dirigimos al aeropuerto del Nido para, de nuevo con la Aerolínea AIR SWIFT, volar hasta la isla del Bohol. A nuestra llegada, nos recibió una delegación de la oficina de Turismo, que nos acompañó a visitar una granja donde pudimos disfrutar de un almuerzo con comida orgánica. Posteriormente, nos dirigimos hacia nuestro hotel, Bohol Beach Club, para hacer el chek-in, y quedarnos maravillados con la magnífica playa de Bohol, de arena blanca y aguas cristalinas, y donde también se puede practicar el snorkel.
Esa noche, después de la inspección de Amorita Resort, disfrutamos del ambiente nocturno en Bohol.
El sexto día tocó levantarse temprano para ir al avistamiento de delfines a bordo de la embarcación típica y con expertos observadores, una experiencia única que valió muchísimo la pena a pesar del madrugón, ya que pudimos disfrutar de la experiencia de ver a estos maravillosos animales.
Seguidamente, fuimos a visitar el Tariser Sanctuary para observar el famoso Tarsier, el primate más pequeño del mundo, al que tuvimos la fortuna de poder observar. Eso sí, hay que ir en silencio y no se puede tocar. Al finalizar, nos trasladamos al pueblo de Loboc, donde degustamos un maravilloso almuerzo mientras navegábamos por el río.
Para finalizar la mañana, visitamos las famosas Chocolate Hills, una formación geológica que se compone de alrededor de 1268 conos en forma de colinas, y que deben su nombre a la característica hierba que las cubre y que se vuelve marrón durante la estación seca.
A media tarde nos trasladamos al puerto de Tagbilaran para tomar el ferry a Cebú, donde, a nuestra llegada tras un trayecto aproximado de dos horas en ferry, nos alojamos en el Hotel Radisson Blue.
Nuestro último día de viaje en Cebú descubrimos los principales monumentos históricos de la ciudad, como la Cruz de Magallanes, la Basílica del Santo Niño de Cebú y el fuerte de San Pedro, situado en la plaza de la independencia. También hicimos una parada en el Mercado de Carbón, donde pudimos comprar artesanía local y algunos souvenirs.
Allí también pudimos visitar Casa Gorordo, un pequeño museo que muestra el estilo de vida de la élite española y filipinas del siglo XVIII.
Para finalizar el día disfrutamos de un almuerzo algo diferente en la Casa del Cacao, de la mano de la Reina del Chocolate de Cebú, Raquel T. Choa, una experiencia que no te deja indiferente y en la que degustamos todo tipo de chocolates y recetas elaboradas con este delicioso ingrediente, incluso platos tan peculiares como pizza con cacao.
Última cena antes de ir al Aeropuerto en el hotel Crimson Mactan.
Es importante saber que, para entrar a Filipinas, hay que registrarse 72 horas antes del vuelo en la página wtravel.gov.ph, y que en el mismo aeropuerto de llegada hay casas de cambio para cambiar moneda, puesto que es recomendable disponer siempre de una pequeña cantidad de dinero en metálico, pues hay lugares en los que no es posible el pago con tarjeta. También resulta imprescindible llevar una tarjeta SIM especial, que puedes adquirir antes de irte de viaje, en mi caso con Turistel.
Los filipinos son gente muy agradable, simpática y muy divertida, así que déjate llevar por todo lo que te espera en Filipinas. ¡Te enamorarás como yo de este increíble destino!